😡ADA 1: La silueta de mis emociones😊

 😡ADA 1: La silueta de mis emociones😊

DURANTE LA PANDEMIA SENTÍ...😷😆

Rosado:
¿CONSTERNACIÓN?😦

Elegí este color porque se vincula a lo femenino💅. Definitivamente no era de las personas que se veían detenidamente en el espejo cada hora, pero con la pandemia no hay muchas cosas que hacer así que me detuve por un momento y aprecié mi figura por primera vez. Me sentí consternada ¿desde cuándo tengo pecho y glúteos frondosos? Mi primer pensamiento fue el de incredulidad😯😨, ¿Cómo es esto posible? Me sentí impotente ante este inesperado hecho…ya no era una niña. La sorpresa junto con el abatimiento de la dura realidad me tomó desprevenida…ya estaba en el proceso de ser un adulto.
Azul: ¿MELANCOLÍA?😥
Elegí este color porque siempre, de alguna forma u otra, me nace esta emoción cuando estoy en el océano💧💧. Mientras transcurría la pandemia, siempre se me venía a la mente la cantidad de tiempo que había pasado desde que vine a este mundo y que mi adolescencia casi termina...y no como imaginé que sería, me sentí nostálgica…simplemente no quería aceptar que 17 años se me fueron de entre los brazos tan rápido y que aún no he hecho nada...no quería…y al final me resigné, sentí que no viví mi juventud preparatoriana como quería. Y los tres años se fueron volando…*suspiro*. Esperaba un sabor dulce, pero me tocó un chocolate amargo con una ligera briza de dulzura😞😞.
Gris: ¿ABURRIMIENTO?😶😴
Es el color más aburrido para mí. Durante la pandemia, sentí que la vida era aburrida, no tenía nada interesante que hacer o algo que me entretuviera. Mi rutina y mi día a día se había vuelto grises y monótonos.

Verde: ¿INCERTIDUMBRE?😥
Elegí este color porque la naturaleza es hermosa e impredecible. A mí mitad de segundo año, sentí incertidumbre por mi futuro. No era una emoción con la que estuviera familiarizada, sentía la sangre correr por mis venas y mi corazón latir con fuerza cuando pensaba en mi “carrera”,
no sabía que elegir y a lo que me conduciría mi elección 
en un futuro. Mientras pensaba no dormía bien, incluso soñaba con eso…mi mente giraba y cuestionaba las diferentes opciones y me sentía tan insegura… ¿era la correcta?, ¿este camino me conducirá a la vida que yo deseo?, ¿podré soportarlo?, ¿Cuáles son mis límites?, ¿me arriesgo?, ¿Qué alternativas me deja?, ¿seré adecuada para ejercerlo?, ¿me satisfará?, ¿me arrepentiré? 

Aprendí que...
Sólo un momento, un instante, puede desatar en mí muchas emociones. A pesar de que el cambio no fue muy grande (aparentemente), me obligó a percatarme de elementos que antes no veía o no me interesaban. Me resultó muy interesante el hecho de que, el estar encerrada en mi hogar (no ir a la escuela), me produjera tantos sentimientos, pensamientos e incluso conflictos. En el día a día estamos tan entretenidos con lo que pasa alrededor que no nos damos el tiempo de parar y auto-analizarnos; y, cuando empezamos a reflexionar, nos da miedo lo que ronda nuestra mente y lo que vemos. El realizar la actividad fue una locura, pensé ¿en verdad pasó todo esto? ¡No puede ser!




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